Con el propósito de analizar el reciente Informe Mundial sobre Soledad y Aislamiento Social emitido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Senador Universitario Dr. Gonzalo Rojas Alcayaga, Doctor en Psicología y académico del Departamento de Patología y Medicina Oral, de la Facultad de Odontología, participó en el programa Educación en el aire, del Senado Universitario en Radio Universidad de Chile.
La OMS afirmó que, 1 de cada 6 personas en el mundo se siente sola, lo que impacta la salud y el bienestar individual y colectivo. “En una época de infinita conexión, la sensación de soledad persiste, y las cifras que se muestran son bastante dramáticas, sobre las personas que sufren de enfermedad o muerte producto del aislamiento social”, dijo el Dr. Gonzalo Rojas.
Soledad, explicó el integrante de la Comisión de Salud Mental del Senado Universitario, es una sensación subjetiva, no es medible, y refiere a una percepción de la persona, a diferencia del aislamiento social, que es objetivo y se mide en relación al número de conexiones sociales, de este modo, “la experiencia de aislamiento lleva a una sensación de que no hay normas, ni regulación y la persona se siente fuera”.
El académico FOUCh enfatizó lo paradójico de las actuales redes sociales digitales, utilizadas principalmente por personas jóvenes y quienes son los más afectados, ya que, “en la medida que crecen estas redes digitales las personas no superan la sensación de soledad (…) Da la impresión que lo digital no tiene el mismo impacto en la experiencia subjetiva, que la conexión presencial y directa”, comentó.
El Informe alude también a las mayores repercusiones de la soledad en países más pobres, entre personas refugiadas, migrantes, en situación de discapacidad, indígena y disidencias sexuales, lo que se asocia a “la infraestructura de los países, donde los más pobres tienen más experiencia de soledad, profundizando los problemas de salud”.”
La experiencia humana, explicó el Dr. Gonzalo Rojas, “se da sólo en la medida que es posible el contacto con otros seres humanos, solo no puedo convertirme en un humano, lo que releva la importancia de los contactos sociales”. Añadió que, “respecto de los problemas de salud, uno de los riesgos es no disponer de este apoyo social y estar en aislamiento”, traduciéndose en una precarización del apoyo instrumental, emocional y cognitivo, aumentando los índices de vulnerabilidad.
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