Durante más de 40 años, Haydee Del Carmen Aguirre Barrios, Estrella Soledad Ávila Herrera y Pedro Fernando Antiman Lincoleo fueron parte del Personal de Colaboración de la Facultad de Odontología de la Universidad de Chile (FOUCh).
Su extenso recorrido laboral los condujo a atravesar múltiples desafíos en las diversas etapas de la vida institucional FOUCh, contribuyendo a la construcción de la historia humana de nuestra Unidad Académica, la que concluyó el 31 de mayo. Los tres funcionarios presentaron su renuncia a contar del mes de noviembre de 2022 para acogerse a los Beneficios del Incentivo al Retiro de la Ley 20.996 para el Personal de Colaboración no Académico” (Oficina de Personal-FOUCh).
La impronta de Santa María 571
Con el cargo de Ayudante Enfermería, el 16 de octubre de 1981, ingresó la Facultad de Odontología Haydee Del Carmen Aguirre Barrios, cargo en el que se desempeñó hasta el 31 de diciembre de 1984, cuando comenzó a ascender en la carrera funcionaria, desde el Grado 26 hasta alcanzar el cargo de Técnico Grado 20°. Mirada en retrospectiva, su trayectoria se inició en la Escuela Dental de Av. Santa María 571, “fueron años que me traen hermosos recuerdos, éramos como una familia, por lo que siempre voy a recordar a docentes muy queridos y humanos como el Dr. Torres, Dr. Blanco, Dr. Lobos, a la Enfermera Darinka Medic y a muchos compañeros que ya no están en la Facultad”, evocó.
Con la nueva ubicación de la Facultad de Odontología, en Av. La Paz 750, en la comuna de Independencia, la funcionaria COUCh reconoció que “llegamos a la Escuela y hubo momentos en que la pasé mal, pero lo superé”. A la hora de la despedida, Haydee Aguirre invitó a sus compañer@s de trabajo a ser “más unidos y se ayuden unos a otros, y que tengan paciencia con los alumnos, pues nosotros estamos trabajando ahí para ellos”, al tiempo que declaró que “siempre sentí orgullo de trabajar en la Universidad de Chile por 42 años, ahora ya es tiempo de descansar y disfrutar la vida”.
Familia FOUCh
El 02 de noviembre de 1979, Estrella Soledad Ávila Herrera ingresó a la Facultad de Odontología con el cargo de Ayudante Enfermería Grado 26°, y se mantuvo en el cargo hasta el 31 de octubre de 1982. Desde entonces, trazó su carrea funcionaria hasta alcanzar el cargo de Técnico Grado 20°.
Con apenas 19 años y habiendo estudiado Técnico en Párvulos, Estrella Ávila llegó a trabajar a la Facultad de Odontología de la Universidad de Chile. Sus padres, Julio Ávila (Personal de aseo) y Silvia Herrera (Funcionaria del Casino) trabajaban en la Universidad de Chile y la animaron a postular a Servicios Centrales, rindiendo una prueba y quedando seleccionada para cumplir funciones de la Facultad de Odontología. “Me iba a quedar un tiempo solamente, pero me gustó y ya llevo 44 años trabajando aquí. Luego me fui capacitando y hace 6 años atrás obtuve mi Título de Técnico en Asistente Dental, en la Universidad Mayor, bajo el Decanto del Dr. Gamonal”.
De este modo, atravesó toda una vida compartiendo con el cariño de sus compañeras y compañeros, “siempre con la camiseta puesta por la Universidad, pero llega el momento en que uno debe partir con alegría porque voy a empezar un nuevo proceso en mi vida y con un poco de tristeza porque voy a echar de menos a mucha gente (…) he visto pasar generaciones aquí, por eso siempre les digo a los alumnos soy parte del inventario de la Escuela”.
Transitar una vida
Convencida que se retira a descansar, luego de años de cariño y esfuerzo entregados a la Universidad, no encuentra las palabras exactas que retraten su último día laboral en FOUCh. “Es alegría con un poco de nostalgia o pena, porque he trabajado toda la vida, levantándome temprano todos los días para venir a la Escuela, y ahora tendré que descansar y reinventarme, porque algo voy a hacer”, aseguró con emoción.
Rememorando el camino, Estrella Ávila se inició como funcionaria en el Policlínico de Cirugía, donde trabajó con “sus muchachos”, como los identifica, “tan de piel” y extraña su “Escuela antigua que era mucho más familiar, se hacían actividades entre alumnos y funcionarios, pero es la vida, son etapas que van pasando y yo soy agradecida de la vida y de Dios”. De sus primeros tiempos recordó a la E.U Darinka Meric, luego, al Dr. Luis Alfaro, del Pabellón de Odontopediatría; el Dr. Schwaitzer, del Pabellón de Prótesis Removible; hasta llegar al Pabellón de Cirugía, “donde estuve cerca de 40 años, hasta que vino otro cambio y postulé al puesto de la Central de pieza de mano”, relató. Tras la recuperación del grave accidente que sufrió en 2019 y luego del primer año de pandemia, retornó a la COUCh, entregando instrumental a los alumnos en el Dispensario.
Estrella Ávila afirmó que “gracias a mi trabajo acá le pude dar estudios a mi hijo, que es Profesor de Lenguaje, es por eso que estoy agradecida de la Universidad y el mensaje que les dejo es que se pongan la camiseta por la Universidad, porque uno tiene los años de experiencia y las personas nuevas que llegan tienen que saber adaptarse, porque tienen estudios, pero los antiguos tienen la experiencia”.
Brindar apoyo logístico
Con el cargo de Técnico Grado 10° y desempeñando sus labores en el Área de Informática, adscrito a Decanato, Pedro Fernando Antiman Lincoleo ingresó a la Facultad de Odontología trasladado desde la Vicerrectoría de Asuntos Económicos y administrativos de la Universidad de Chile, el 01 de enero de 1999, hasta el 31 de agosto de 2017. Desde el 01 de septiembre de 2017, cumplió sus labores en la Dirección Económica y Administrativa (DEA).
“Inicié mis funciones en el año 1981, en el SECI de los Servicios Centrales. Recuerdo a mis compañeros y amigos de esos años con mucho afecto, ya que siempre observé mucho profesionalismo y compañerismo; por lo que aún mantengo lazos de amistad presencial y a distancia con muchos de ellos”.
Desde que arribó a la FOUCh, ha formado parte de la Unidad de Soporte “y mi labor, a través de los años, ha sido velar por el buen funcionamiento de los equipos de procesamiento de información de los docentes y funcionarios, como asimismo apoyo logístico o audiovisual en el desarrollo de las cátedras, seminarios o presentaciones de los estudiantes de los diferentes departamentos que integran la Facultad”.
Trabajar presencial en pandemia
A su juicio, el hito más trascendente “fue permanecer activo y presencial junto a mis compañeros de Oficina, Alejandro Sepúlveda y Carlos Figueroa, durante los dos años de pandemia que azotó a la humanidad, situación nos unió más como equipo y contribuimos, cooperando eficientemente con los funcionarios y docentes que laboraban desde sus hogares. Además, en reiteradas oportunidades, debimos acudir a diferentes domicilios a llevar insumos para que realizasen su labor, por lo que percibí, con mayor profundidad, la importancia de la Unidad de Soporte e Informática en los tiempos de conectividad actuales, donde es vital mantener este servicio eficiente y dinámico”.
Al momento de los balances, Pedro Antiman rescató los aprendizajes y el crecimiento que experimentó en FOUCh. “Después de 22 años en la Facultad de Odontología debo manifestar mi satisfacción de haber sido integrante de este prestigioso Centro de Estudios Superiores en el que no tuve conflictos con ninguna persona y, a Dios gracias, mi salud fue compatible con las exigencias para un óptimo desempeño como un funcionario responsable, sintiéndome acogido por todos los funcionarios y docentes”.
Recordó también la alegría de su padre desde que él se integró “a la más ilustre Universidad del país y me recomendaba que cumpliese mi gestión de manera correcta y siempre con buena disposición. Seguí sus consejos y me siento satisfecho de haber pertenecido a ésta prestigiosa Facultad, tanto a nivel nacional como internacional”. Reiteró su satisfacción por el deber cumplido “y, sobre todo, con la alegría que mi amado hijo José Ignacio que continúe rodeado de un grupo humano que, estoy seguro, le brindaran el apoyo que requiera y el cariño que todo ser humano aspira en un lugar de trabajo”.
Al despedirse de la Facultad de Odontología, Pedro Antiman deseó “que el ambiente de compañerismo y profesionalismo de cada uno de los integrantes de nuestra comunidad se mantenga y una actitud cordial en el día a día, el saludo diario, una sonrisa y un mensaje afectuoso entre todos, que le da más sentido a nuestra existencia”.
