Con la Campaña Convivencia saludable: El buen trato, la Unidad de Psicología de la Dirección de Asuntos Estudiantiles (DEA), de la Facultad de Odontología de la Universidad de Chile, busca gestionar un espacio de aprendizaje psicoemocional colectivo que enriquezca la experiencia de un clima de convivencia protector.
La iniciativa se concentrará en “es el respeto por el otro, el respeto a la libertad de pensamiento y expresión, respeto a la diversidad. El respeto implica tolerar, no discriminar, no agredir, poder expresar libremente mis sentimientos y pensamientos, sin pasar a llevar a los demás, y al mismo tiempo ser tratado de la misma manera”, enfatizó la Prof. Andrea Herrera, Subdirectora de Asuntos Estudiantiles. Esta campaña, añadió, “busca concientizar que es un momento complejo para todos, por lo que debemos buscar una forma de solucionar los conflictos que involucre a todas las partes, respetando la individualidad”
La Ps. Rina Castillo, responsable de la Unidad de Psicología, señaló que, “el espacio universitario, es como nuestra segunda casa; y, aunque actualmente no estamos necesariamente en el mismo espacio físico, pasamos gran parte de nuestro día ligados a actividades universitarias, ya sea de índole académico u otras labores diversas. Acá formamos parte de nuestras redes, compartimos aprendizajes, experiencias, tenemos momentos de encuentros y también momentos de desencuentros, por lo que, en este aspecto es importante reconocer que somos diversos y esta misma diversidad enriquece mucho nuestra comunidad, pero también la complejiza y nos plantea la interrogante de cómo mantener vínculos y relaciones interpersonales basadas en el bienestar y respeto mutuo”.
Con esta campaña, dijo, “queremos darnos un momento de reflexión para reconocer nuestros propios valores y esbozar lo que queremos construir en términos de convivencia. En algunos momentos, hemos hablado de ser una comunidad libre de acoso y abuso, sin discriminaciones arbitrarias, queremos mejorar nuestra calidad de vida universitaria y todos estos elementos podríamos reunirlos dentro de un gran paraguas que es la Convivencia Saludable”.
Como Licenciado en Psicología de la Casa de Bello y estudiante en práctica de Unidad de Psicología de la DAE, Gustavo Seura destacó que la Campaña busca motivar “el aprender a con-vivir con los demás, respetando las diferencias que, como seres humanos, nos caracterizan y el aprender a movilizarnos con cuidado en espacios donde la heterogeneidad es más la norma que la excepción. La campaña pone principal énfasis en cómo tratarnos bien entre nosotros y en cómo entender que el otro es completamente un mundo diferente con sus puntos de vista, emociones, acciones y pensamientos particulares”.
Una convivencia que proteja la salud mental individual y colectiva
Entre los factores protectores para la convivencia saludable entre la comunidad estudiantil, la Ps. Rina Castillo sostuvo que, como equipo profesional, han levantado “algunos conceptos que creemos son relevantes para nuestra comunidad, como lo son el respeto, el reconocimiento y valoración de la diversidad, la igualdad, la orientación al diálogo y la comunicación efectiva. Todo esto enmarcado en establecernos como ciudadanos promotores de la cultura de paz y la no violencia”.
Afirmó también que “el cuidado de nuestra salud mental no es solo un quehacer individual, por cuanto es necesario plantearnos desde nuestro rol como comunidad ¿cómo podemos incidir en mejorar nuestra calidad de vida y bienestar? Esto implica reflexionar sobre las formas de relacionarnos, como estamos resolviendo nuestros conflictos y, finalmente, cómo construimos un clima de convivencia protector, donde nos podamos sentir valoradxs, reconocidxs y respetadxs, elementos que, sin duda, tienen mucho que ver con nuestra salud mental”.
Gustavo Seura enumeró algunos factores protectores tales como “el respeto por la opinión de los demás, sin que estas opiniones pasen a llevar al resto; la defensa de los integrantes de la comunidad, por parte de ellos mismos cuando aparece alguna injusticia o algún acto discriminatorio contra cualquiera; los espacios comunitarios de convivencia impulsados por la Universidad y los estudiantes; la sana resolución de conflictos cuando estos aparecen; la psicoeducación respecto a un relacionarse saludable y los ambientes de escucha horizontal para los que han sido vulnerados en cualquier aspecto”.
Conjugar el respeto
Para alimentar una Convivencia saludable en contexto de pandemia, la Ps. Andrea Herrera recomendó “partir de la base que es una situación compleja para todos, que nos ha llevado al límite en muchos aspectos y muchos pueden sentirse superados, dado que la convivencia se hace difícil, nunca antes habíamos compartido tanto tiempo con quienes vivimos, sin tener espacios de esparcimiento o soledad, tan necesarios para una buena salud mental”.
A juicio de la experta, “esto puede producir mayor irritabilidad y menos tolerancia hacia los otros, por eso es importante siempre tener presente que, si para uno ha sido difícil sobrellevar la pandemia, para el otro también lo es. Es importante ser consciente de las propias limitaciones, estar conectados con lo que nos pasa, si nos sentimos tristes, irritados, molestos, angustiados, tratar de identificar la causa, y ver si se puede resolver. Aunque suene obvio, hay que llorar si se tiene pena, buscar el momento para hacerlo, descargar y/o canalizar la rabia de una manera que no afecte a los demás”.
La Ps. Rina Castillo advirtió que “desde hace bastante tiempo y, ahora más en pandemia, la comunicación se ha establecido principalmente por redes sociales y otras plataformas virtuales. El uso de foros, chat de grupo y otras instancias de este tipo, representan una gran herramienta para estos tiempos, pero como toda herramienta podemos usarlas con diferentes objetivos”. La convivencia saludable, recalcó la profesional, “nos invita a tomar seriamente estos espacios comunicativos y actuar responsablemente, reconociendo que más allá de las palabras, de una imagen o de la pantalla, hay una persona. Los efectos de una ciberconvivencia que transgrede y atenta a los derechos de las personas, suele ser más pronunciada y latente, principalmente por las mismas cualidades de la tecnología”.
En este contexto, sugirió que “la asertividad y la empatía, se pueden intencionar en redes sociales y es una meta poder relacionarnos en estos ambientes con la misma responsabilidad, reconocimiento y respeto que lo haríamos de manera presencial”.
“Instruir a los educadores para que promuevan una mejor convivencia entre los estudiantes, dejando de lado la obsoleta promoción de la competencia y la ley del más fuerte; la creación de espacios comunitarios virtuales, donde los integrantes de la comunidad puedan distender en un ambiente relajado y donde predomine el respeto y la promoción de actividades realizada en conjunto por la Universidad y los estudiantes, que busquen apoyar con necesidades específicas nacidas en el contexto universitario”, son parte de las sugerencias de Gustavo Seura.
Tú voz es esencial
La Universidad de Chile ha informado que durante el mes de junio, "se habilitará la segunda encuesta digital de salud mental para estudiantes de primer y segundo año de la Casa de Bello", por lo que, desde la Unidad de Psicología de la DAE invitaron a la comunidad estudiantil a sumarse a esta medición. “Esta encuesta es muy importante ya que, el contar con datos objetivos sobre la salud mental de nuestros/as estudiantes, permitirá tomar decisiones acordes a la realidad descrita, y así realizar los cambios que sean pertinentes, manifestó la Prof. Andrea Herrera.
Muchas patologías de salud mental, agregó, “se inician en la adolescencia y/o juventud, por lo que un porcentaje de estudiantes ingresan a la Universidad ya con un diagnóstico, sin embargo, otro porcentaje presenta sintomatología producto de las demandas que la vida universitaria contempla. Conocer acerca de la salud mental de los estudiantes permite identificar, entre otras cosas, este porcentaje, y así tomar las medidas que impacten directamente en la comunidad estudiantil; además, a nivel local, el conocer cuántos estudiantes presentan condiciones de salud mental, también nos habilita estar preparados para hacer las adecuaciones necesarias a nivel académico”.
La Ps. Rina Castillo resaltó que “es la primera investigación que aportará una mirada transversal de la salud mental de estudiantes universitarios/as de nuestra casa de estudios. Especialmente en nuestra Facultad, no existen estudios formales y actualizados que den información concreta sobre los factores asociados a la salud mental de nuestra comunidad estudiantil, por lo que es un gran desafío, pensando en mejorar la calidad de vida y salud integral de los y las estudiantes”. Con esta relevancia, llamó a la participación de la comunidad para lograr “estudios que fundamenten directrices para implementar medidas pertinentes; así como, poder conocer, en profundidad, la población universitaria actual -Generación 2020 y más-, cualidades de su salud mental, factores intervinientes y el comportamiento o efectos de la trayectoria académica en esos resultados”.
Finalmente recordó que “la encuesta se aplicará anualmente y, este año, estará disponible para ser contestada por estudiantes de Primer y Segundo año. La aplicación será totalmente digital, esperamos puedan darse un tiempo para acceder y participar, no solo para apoyar la iniciativa, sino que también es una buena instancia para recibir orientación frente a sus propios resultados levantados en la encuesta”.
