"La Universidad tiene muchos Profesores, pero muchos menos Maestros"

"La Universidad tiene muchos Profesores, pero muchos menos Maestros"
Dr. René Rojas Solar (QEPD)
Dr. René Rojas Solar (QEPD)
Dr. René Rojas Solar (QEPD)

Recién comenzábamos el Año Académico 2014, cuando la noticia de la partida del ex Director de Pregrado de la Facultad de Odontología de  la Universidad de Chile, Prof. Dr. René Rojas Solar, enlutó el regreso a clases.

Desde el lunes 3 de marzo, recién pasado, el Dr. Rojas ya no nos acompaña en cuerpo, pero sí en espíritu, aquel que numerosas generaciones admiraron y agradecieron. En su despedida, el Dr. Roberto Pantoja Parada, Senador Universitario de nuestra Facultad, entregó las más sentidas palabras al Querido Maestro, que reproducimos como nuestro homenaje póstumo.

"Querida Mireyita, hijos y familiares del Profesor René ROJAS SOLAR, Estimados colegas, amigos, tengo en esta tarde, el triste privilegio de decir algunas palabras de despedida a nuestro querido René, en representación de la Universidad de Chile, la Casa donde ingresó como un muchacho esperanzado, y de la que se retiró, una vida después, habiendo alcanzado no sólo la más alta jerarquía académica de Profesor Titular sino también obteniendo el respeto, el reconocimiento y el cariño de muchas generaciones de Cirujano-Dentistas que tuvimos la fortuna de haber primero recibido sus enseñanzas y luego compartido su trabajo, en la Facultad de Odontología y en nuestro Departamento de Cirugía.

Esta tremenda y hermosa transformación no se produce por inercia, es el fruto de un trabajo constante, esforzado, apasionado, de un hombre dotado de una clara inteligencia puesta al servicio de sus semejantes, de sus pacientes, de sus alumnos, en un ambiente propicio como lo es la primera y más importante Universidad del país, que hoy día enluta su pendón y baja a media asta su bandera, para despedir a uno de sus Maestros.

La Universidad tiene muchos Profesores, pero muchos menos Maestros.

No es posible y tampoco es necesario hacer una definición muy precisa del significado que tiene la palabra Maestro, y digo que no es posible porque para cada uno tiene un significado propio, con matices diversos que le entrega su propia comprensión, sus propias vivencias, su propia afectividad. Lo que todos tenemos claro es que cualquier Profesor no es un Maestro, y aunque los términos aparezcan como sinónimos, sólo llamamos Maestro a aquél que con su presencia ha marcado nuestra vida con un sello invisible e imborrable. Es entonces el de Maestro un Título que no puede obtenerse desde la frialdad del currículum, sino desde la tibieza del recuerdo y desde el calor  de la admiración y la gratitud.

Esto es lo que a mi juicio caracterizó a René, porque para haber obtenido el cariño y la gratitud de tantos, se requiere haber tenido una capacidad inmensa de entregar, la escasa cualidad de compartir con generosidad las oportunidades, los conocimientos y las  dudas, los éxitos y las dificultades. La ocasión  de dejar con el ejemplo,.. Única manera de enseñar, ..el reflejo de una luz que invita al espíritu a  seguirla, con la convicción íntima que vamos en la dirección correcta.

El Maestro es cercano, no es ese guru omnisapiente que pretende tener siempre la razón, y que contesta a tus dudas desde lo alto, pontificando desde su auto-construido  hálito de infalibilidad. No teme admitir que no lo domina todo, pero  siempre es una guía para la búsqueda y la reflexión. El  Maestro es auténticamente generoso, porque comparte lo que sabe y propone una conducta entregándolo todo, no esconde el detalle preciso para entregarlo en una ocasión que le otorgue lucimiento. El Maestro no espera retribución, no es un mercader del saber ni exige sumisión, sólo guarda la esperanza de que su discípulo sea pronto mejor que él.

René fue un Universitario completo, su gran cariño por nuestra Universidad, lo demostró en los duros días de la dictadura, cuando presidía la Asociación de Académicos de nuestra Facultad, organización que se creó para defender a la Casa de Bello del autoritarismo intransigente y dogmático. Había que ser valiente para citar a Reuniones y éramos pocos los que concurríamos. De sólidos principios cristianos, nunca tuvo una actitud sectaria y actuaba siempre desde el estrado de la tolerancia. Sus incontables anécdotas y su risa fácil hacían pasar a su lado momentos siempre agradables.

Por ello es que ahora, que recorre caminos desconocidos para nosotros, nos consolamos de su ausencia sabiendo que lo llevamos dentro, que su ejemplo nos estimula a emularlo y que no lo olvidaremos. Descansa en Paz, Querido Maestro"

Prof. Dr. Roberto Pantoja Parada;   4 DE MARZO DE 2014

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