Feliz, orgullosa y emocionada, la Dra. Gisela Zilmann Geerdts, Directora del Departamento del Niño y Ortopedia Dento Maxilar de la Facultad de Odontología, reflexionó sobre la construcción del camino de la Universidad de Chile, en el marco de su nueva jerarquía como Profesora Titular.
¿Cómo se fue desarrollando y cómo se fueron quemando etapas hasta llegar a este nuevo desafío? ¿Cómo se nota su liderazgo en el Pregrado?
Eso se da desde el colegio. Estudié en el Liceo nº 2 de Niñas y fui presidenta de curso desde que entré en la enseñanza primaria hasta que salí, por mucho que quería deshacerme del cargo no me fue posible. La verdad, es que parece que ese liderazgo viene con uno. Estuve en un colegio fiscal, muy formador de la importancia de la mujer en el rol social del país, y yo creo que eso me marcó. Durante mi trayectoria estudiantil me interesé en colaborar en la Docencia (ayudante alumna en microbiología en el 3er año, posteriormente en odontopediatría durante la etapa de internado). Me quedé con al intención de "aportar con un granito de arena" para mejorar las relaciones en el proceso formativo. Me revelaba escuchar a compañeros de curso o colegas jóvenes decir "nunca mas volveré a la escuela... ", porque lo habían pasado pésimo como alumnos.
De su relato se desprende que mantiene responsabilidad de encender nuevos espíritus volcados a la comunidad. ¿El liderazgo también constituye responsabilidad?
Indudablemente. Yo creo que si uno ha tenido la posibilidad de darse cuenta de lo que ocurre en el país, de las debilidades que tiene la Salud Bucal y lo que se ha hecho con ella, uno tiene el deber de al menos intentar mejorarlo. Por el hecho de haber sido afortunada de estudiar en una Universidad como esta, tiene el deber social y moral de entregar y volcar este liderazgo para entusiasmar a otros, porque uno no es eterno.
Como hija de la Educación Pública, ¿qué le parece que hoy día, se esté dando este rescate de la Educación Pública en el país?
Siento que los estudiantes han demostrado un despertar, en relación, a darse cuenta que todos merecen las mismas oportunidades. El movimiento en ese aspecto me identifica plenamente.
En el plano de esta nueva jerarquía y un caminar continuo para alcanzar la Titularidad en la Universidad de Chile, ¿cómo se construyó este momento?
Muchas veces renuncié a algunas cosas, otros trabajos por ejemplo. Acepté los desafíos que se presentan a través de la universidad, siempre en el sentido de poder hacer lo que se necesitaba, con todo, no puedo dejar de agradecer el apoyo familiar.
Un apoyo incondicional
"Siempre involucré a mi familia. A mis dos hijos los hice participar desde muy pequeños en actividades relacionadas con mi profesión. Con mi esposo me acompañaban a congresos y a lanzamientos de cosas importantes", afirmó orgullosa la Dra. Zillmann.
"Aprovechaba esas oportunidades como paseo familiar, para que no se notara esa falencia de madre en esos días", confesó.
En la oralidad popular se habla de que "detrás de un gran hombre hay una gran mujer", pero al revés también, para poder estar ahí siempre dispuesta al acontecer público, se necesita un refuerzo
Por supuesto, sobre todo en este país tan machista que muchas veces no deja crecer a la mujer. Y es el hombre el que luce, excepto en contadas ocasiones, la mujer se tiene que quedar cuidando a los hijos. En mi caso, ha sido compartido, mi marido me iba a buscar a los diversos eventos profesionales, así como yo también lo hago.
En este caso se ha dado por ambas partes. Los dos decidimos trabajar en algún momento en la administración pública.
Él es Arquitecto y también egresó de la Universidad de Chile. En el minuto que nos iniciamos en el trabajo, aún había posibilidades de trabajo bien remunerado; pero decidimos tener un tipo de vida con servicio a la comunidad, probablemente por la formación familiar y del colegio. Uno resistió tentaciones, porque la Odontología ¡por Dios que tienta desde el punto de vista privado! y la arquitectura también.
Ud. se emociona cuando habla de su familia, dónde incide la figura materna. Sin embargo, Ud. los incorporó a su vida profesional y académica, algo que les pasa a muchas mujeres en nuestro país.
Efectivamente. Hay una represión profunda sobre nuestro ser femenino, a pesar, que en mi caso, los incorporé a todos y estuve siempre con ellos. Nunca falté en el colegio, ni en sus actividades sociales ni deportivas. Quizás habré faltado en contadas ocasiones, no obstante también nos involucramos como pareja con mi marido en actividades directivas en los colegios de cada uno a modo de estar siempre presente e integrados en su formación.
Sin embargo, uno de alguna manera, como conversa con muchas mujeres que están más de cuerpo presente con sus hijos, siente que hubo quizás breves momentos de abandono por preocuparse de la superación profesional, pero conversando con ellos, ya más grandes, me decían "Mamá si tú siempre estuviste, nos hacías lesos, porque decías que no ibas y, al final, siempre estabas".
En la sociedad chilena, cuando la madre abandona es penado por todos, no así cuando lo hace el padre, que siempre se le tiene una justificación.
Doblemente desafío para la mujer, de enfrentar estas culpas sociales.
Claro que sí. Yo afortunadamente nunca tuve que estar sola, tengo experiencia personal de familia separada en mi juventud. Entonces uno lo valora mucho más la compañía de su pareja porque conoce las dos caras de la moneda. Quizás en realidad actual se sienta de otra manera.
En el espacio de la Odontología y de la Facultad que tradicionalmente ha sido conservador y gobernada por hombres. ¿Cuál es la reflexión que se puede hacer?
Yo creo que es un reflejo de la sociedad: La Facultad es un Chile chico. Las mujeres somos bastante dedicadas, somos auto-exigidas y exigidas con el medio, y siempre tratamos de hacer las cosas bien dentro de los plazos. Cosa que quizás es inherente al estado y condición de ser mujer, en cambio, los hombres me parece que son más light. Pero nosotras, al mismo tiempo, divagamos más y trabajamos harto más duro que los hombres, y si nos pagaran lo que realmente uno trabaja comparado con los varones... La verdad es que ahí si hay discriminación. Tal vez ellos son más concretos, pero no más dedicados.
Los cargos directivos en esta Facultad en general han sido ocupados por hombres. En esta oportunidad no es tan diferente, sin embargo, hay mujeres que por primera vez están en cargos directivos, pero antes de ellas también hubo otras. Por ejemplo, Una Dra. Silvia Mella, gran salubrista, la Dra. Clara Misrachi, una Dra. Doris Cauvi, que abrieron caminos; la Dra. Fresia Steinmann profesora de cirugía, la Ex Directora de Pregrado Dra. Susana Encina que fue maestra de mucho de nuestros actuales cirujanos, Anita Pefeaur, gran odontopediatra y que bajo ella inicié mi formación como especialista.
Ud. hace un bonito homenaje a estas mujeres que han pasado por la Facultad de Odontología y no han pasado desapercibidas ¿cómo se proyecta Ud. con esta Titularidad en la Universidad de Chile?
Es difícil ver como uno se proyecta, yo creo que uno más bien mira hacia atrás. El resultado de mi titularidad ha sido fruto eminente de un esfuerzo y perseverancia personal. Como te decía, me inicié desde el Pregrado, especialmente relacionándome con la comunidad y estudiantes en terreno. Siempre en el ámbito de la Prevención y Educación y creo que mi proyección a futuro sigue siendo esa, además de poder orientar y motivar a las nuevas generaciones, aspecto que estuvo muy falente en mi formación. Afortunadamente la realidad actual es otra y una tiene la oportunidad de apoyar a otros colegas inquietos en guiarlos en su formación.
Dentro de esta mirada retrospectiva puedo agregar que he aportado en temas relevantes de prevención, enfoque de riesgo, ergonomía, innovadora en aspectos pedagógicos, etc. El último aporte está siendo el trabajo con pacientes con necesidades especiales, que creo hace mucha falta en el país. Se ha consolidado un equipo de trabajo muy especial y estamos construyendo la modalidad de atención de estos pacientes en forma integrada desde el grupo de la Sociedad de Pediatras y la Atención de Pacientes con Necesidades Especiales, también con el MINSAL en una guía clínica de atención odontológica para estos pacientes. Esto será un gran aporte país.
Nunca hice grandes proyecciones, sólo se que he sido una mujer muy trabajadora, que con esfuerzo he ido superando obstáculos y completado etapas tanto en la vida personal como académica.
En relación a la Academia, he tenido hijos (en cada alumno), he plantado árboles y he escrito capítulos de libros. No sé si deba realizar más proyecciones, sino seguir siendo una obrera mas de esta gran construcción que es la Facultad de Odontología de la Universidad de Chile.
Próximamente renovaremos autoridades universitarias y la Decana Cecilia Sepúlveda, de la Facultad de Medicina, se perfila como una de las posibles candidatas al cargo de Rector de la Universidad de Chile, ¿Qué le provoca que una mujer dedicada al área de la salud pueda dirigir los rumbos de la Universidad?
¿Qué quieres que te diga? Me encantaría. Es una mujer del ámbito de la salud, conocedora de muchas cosas y si ella se perfila como posible rectora, desde el punto de vista nuestro, creo que sería conveniente.
Siempre hemos tenido muchos ingenieros, gente formada en los números y las letras, pero nunca en salud. Sería bastante promisorio, me encantaría.
Pensando en las futuras generaciones y en las mujeres en particular, ¿cuál es la enseñanza o el mensaje que les dejaría a ellas?
Ser perseverante, la perseverancia es necesaria para lograr los objetivos propuestos, ser humilde en el saber para poder aprender, ambos aspectos son clave para poder desarrollarse en cualquier ámbito de la vida. No olvidar estar atentos, tener un radar muy sensible a los distintos problemas que se presenten no solo en salud si no también en lo social.
Se habla que a la hora de dirigir, no sólo se cuente con habilidades intelectuales, sino que también habilidades blandas. Un poco instalado con la ex Presidenta Michelle Bachelet, donde el ser asertivo cobra mucha más relevancia a la hora de dirigir
Eso es cierto. Pero a mí me ha tocado trabajar con gente que tiene muy buenas habilidades blandas, pero en lo concreto de empezar un trabajo serio, esas habilidades blandas solas no han servido.
Hay que tener el conocimiento, la seguridad y por supuesto, tener inteligencia emocional y social para poder establecer equipos de trabajo. Y es difícil tener todas esas características exactamente bien equilibradas. Si no se tienen las habilidades blandas no se tiene tan buena llegada a las demás personas, pero también si uno no está bien preparado en conocimientos las habilidades blandas caen rápidamente y se pierde credibilidad.
Al finalizar la entrevista la Dra. Zillmann, recomendó a todos los estudiantes "que quieran seguir el área de la Academia, que vayan pasando las etapas de a poco, por ejemplo, Ayudante, Instructor, Profesor Asistente, etc., sin desesperarse, pero dentro de plazos y límites concretos; porque cada una de las etapas tiene una exigencia y formación que le es propia y es muy necesarias para desarrollar las etapas siguientes, expresó la nueva Profesora titular de la Facultad de Odontología de la Universidad de Chile.
