En el marco del Vigésimo aniversario de la fundación de la Escuela de Verano, la Facultad de Odontología de la Universidad de Chile clausuró la versión 2009 enfatizando la excelencia universitaria del Programa del Curso de Microbiología y la multiplicación de los conocimientos entregados a los alumnos.
La ceremonia fue encabezada por la Directora de Extensión y docente responsable del Curso de Microbiología, Prof. Marta Gajardo Ramírez, quien fue acompañada por el equipo de docentes del curso, Dra. Jorge Huerta Miranda, Dra. Blanca Urzúa Orellana, Dra. Irene Morales Bozo, Prof. Nora Silva Steffens, Prof. Leyla Gómez Carranza, Prof. María Eugenia Franco Martínez, y Dra. Patricia Palma Fluxá, junto a los ayudantes colaboradores alumnos de la asignatura de Bioquímica, Soledad Acuña M., alumna de 6° Año, Claudia Tobar S. y Nicolás Pacheco O., alumnos de 4º Año de la carrera, y Ricardo Ruiz D., alumno de la carrera de Ingeniería en Biotecnología Molecular de la Facultad de Ciencias de nuestra corporación.
Tras ocho días de intenso trabajo, los 51 alumnos de Enseñanza Media provenientes de colegios de todo Chile recibieron una formación académica de nivel universitario, que contempló jornadas de cátedra y de pasos prácticos realizados en los Laboratorios de Pre-Clínicos de la Facultad.
"La propuesta de crear un espacio de encuentro para que se conjugasen sus ganas de aprender con la práctica de sus más altos valores humanos, como el respeto, la sinceridad, el compañerismo y la amistad, es una meta alcanzada con creces", destacó la Prof. Marta Gajardo durante su alocución en la Ceremonia de Clausura de la Escuela de Verano.
La docente repasó algunos de los lugares de origen de los estudiantes tales como Iquique, Antofagasta, Calama, San Antonio, Rancagua, Curicó, Talca, Angol, Puerto Natales y Punta Arenas, desde donde llegaron "dispuestos a enfrentar el desafío de este curso, elegido voluntariamente por todos", dijo.
Reconoció también las inquietudes y el interés por aprender de los jóvenes, "sobretodo de ese impulso interior que los hacía estar aquí, sometiéndose a la rigurosidad de clases teóricas y prácticos, en vez de estar haciendo uso de su merecido descanso de vacaciones, como la mayoría de sus pares. Algo diferente hay en ustedes, que los hizo resistir estoicamente nuestras ganas de querer enseñarles todo y de todo, en estos cortos 8 días", declaró.
Más allá del término del curso, continuó la Prof. Gajardo, los alumnos tienen el desafío de mantener los lazos fraternos forjados al alero de esta iniciativa universitaria. "Se nos ha regalado una experiencia hermosa, sólo nos queda agradecer a todos quiénes la hicieron posible: sus familias, nosotros, nuestra universidad y ustedes mismos que, desde ahora en adelante son los encargados de hacerla fructificar".
Nuevos embajadores de la U de Chile
Al momento de la despedida y, considerando que la experiencia de realizar el Curso de Microbiología de la Escuela de Verano fue "súper provechosa", por las grandes cantidades de conocimiento adquirido y la oportunidad de "conocer amigos, donde el lugar de donde vinieras no importaba porque íbamos a estar aquí un tiempo más o menos importante", Joshua González, de Punta Arenas, confesó además, que "lo pasé muy bien".
Compartiendo esta positiva evaluación, Rodrigo Riquelme, quien arribó a la Facultad de Odontología, desde la austral Puerto Natales, sostuvo que el Curso le "pareció excelente, los compañeros muy buenos, los profesores excelentes, me habría gustado que durara más tiempo porque las últimas clases fueron muy buenas, lo que me motiva a regresar el próximo año y, aún más, a ingresar a esta Universidad porque quiero estudiar Medicina y ser un oncólogo".
Desde Iquique viajó Gabriela Riveros a la Escuela de Verano, experiencia que repetía debido a la provechosa experiencia vivida en la Facultad de Medicina el año anterior. "Lo encuentro genial, es una oportunidad que todos tienen y que si puedes hacerla, aprovéchala. La experiencia es totalmente recomendable", afirmó la estudiante.
Desde el Colegio San Ramón de Curicó llegó Pablo Garcés, quien asistía por primera vez a la Escuela de Verano. "Es una linda experiencia que es bueno vivirla antes de entrar a la Universidad para que uno sepa a qué va y también es una ocasión en que uno se hace de hartos amigos y comparte experiencias con personas buenas", confesó este alumno que espera ingresar a estudiar kinesiología.
Emocionada por el término de la Escuela de Verano, María José Villar, proveniente de Talagante, aseguró los conocimientos adquiridos en el Curso de Microbiología le serán de mucha utilidad en su intención de estudiar Medicina. "Me encantó la gente, la materia, la forma de trabajar, las profes, todo. Encontré genial conocer personas que son de fuera de Santiago que conocen otra formas de vida y todo es entretenido".
Para Joaquín Yáñez, alumno del Internado Nacional Barros Arana de Santiago que participó de la Escuela de Verano en la Facultad de Odontología, se trató de una experiencia "muy satisfactoria porque es segunda vez que lo hago y pude corregir varias cosas que el año pasado no hice". Distinguió "la realización de la microteca y el instrumental que se ocupa, o sea, muy interesante el poder hacer cosas que en el colegio no podemos; además, que haya personas del extremo norte y sur interesados en lo mismo, es como increíble, que todos estén concentrados en las clases y con ganas de aprender", dijo asegurando que recomendaría la experiencia "de todas formas".