Prof. Dra. Susana Encina Moriamez, Directora de la Escuela Dental de la Universidad de Chile:

Ser mujer no es una disculpa para no cumplir las metas

Ser mujer no es una disculpa para no cumplir las metas
Dra. Susana Encina Moriamez, Directora de la Escuela de Pregrado de la Facultad de Odontología de la Universidad de Chile.
Dra. Susana Encina Moriamez, Directora de la Escuela de Pregrado de la Facultad de Odontología de la Universidad de Chile.

Femenina, pero no feminista se declara la Dra. Susana Encina Moriamez, Directora de la Escuela  de Pregrado de la Facultad de Odontología de la Universidad de Chile. No le interesa demostrar que la mujer es superior al hombre, sino que está convencida que ningún ser humano es independiente de otros, sino que todos nos complementamos y el ámbito de la competencia con el hombre no se da desde el género sino como par.

Ingresó a la Escuela Dental en el año 1956 y tras 6 años de estudios, se tituló como cirujano dentista. Inmediatamente decidió dedicarse a la cirugía máxilo facial ingresando al Hospital Clínico José Joaquín Aguirre, donde ejerció por 10 años.

Más tarde, se incorporó al staff médico del Hospital San Borja Arriarán donde se desempeñó como Jefa de la Unidad de Cirugía Máxilo Facial hasta el año 2000. En esta institución de salud, la Dra. Encina no sólo fue pionera sino que logró formar un equipo de cirujanos máxilo faciales que, en sus palabras, "han superado al maestro", y hoy se constituyen como destacados especialistas a nivel nacional, tales como los Drs. Juan Argandoña, Julio Villanueva, Juan Cortés, Luis Quevedo y Roberto Pantoja.

Paralelamente, no abandonó la carrera académica siendo nombrada Directora del Departamento de Cirugía, conformado por otros 30 cirujanos, durante 8 años; además, de encabezar el Curso de Especialización en Cirugía y Traumatología Bucal y Máxilo Facial, dictado por la Escuela de Graduados, por 10 años consecutivos. Posteriormente, en 2007, fue nombrada Directora de la Escuela de Pregrado de la Facultad de Odontología de la Universidad de Chile, cargo que ocupa en la actualidad. En noviembre del 2007, fue reconocida por el Rector de nuestra Casa de Estudios, por sus más de 40 años de Servicio en la Universidad.

Su trayectoria profesional la lleva a rechazar ser presentada como odontóloga clínica convencional, ya que su dedicación profesional se ha orientado, eminentemente, hacia la cirugía.

Si bien, expone la Dra. Encina, el ámbito de "la Cirugía, en general, es un mundo muy machista, diría que soy una de las pioneras, no sólo como mujer sino como cirujano máxilo facial en Chile". La docente recuerda que al empezar a "trabajar en el Hospital San Borja Arriarán, había sólo una cirujana general, la Dra. Rosa Fagre, todos los demás eran hombres; por lo que ha sido muy difícil abrir este espacio".

Con mayor perspectiva en el tiempo y observando el terreno ganado en su disciplina, la Dra. Encina, confiesa que "hoy en día las mujeres cirujanas máxilo faciales que existimos somos respetadas y hemos demostrado que  estamos a un nivel igual que los hombres. Ahora, eso ha significado un sacrificio grande en lo personal, porque hemos tenido que esforzarnos el doble, sobretodo siendo madres, lo que ha implicado un sacrificio de la familia, un gran e importante costo".

Pero, lejos de lamentarse,  aclara que "cuando uno ama lo que hace, se dedica a ello y lo hace bien, porque si quieres destacar en algo siempre vas a tener que pagar un costo, en cualquier profesión, tanto como si fuera abogado o juez, dedicarse a ser de excelencia implica un costo familiar y personal".

No obstante, asegura la especialista, los sacrificios familiares se ven compensados por el desarrollo profesional que se transmite a los hijos: uno de ellos es cirujano máxilo facial también.

La Odontología: ¿una profesión femenina?

Cuando la Dra. Encina ingresó a la Escuela Dental, lo hizo convencida, como se creía en su época, que Odontología era una carrera "fácil para la mujer, porque se podía trabajar en casa, ver a los niños y tener horarios flexibles, pero eso, en algunos aspectos, hoy ya no existe".

Con todo, y una vez egresada de la carrera, la odontóloga se encantó con la cirugía, principalmente, por la proyección social de la salud oral. A diferencia del ejercicio odontológico propiamente tal, que se practica como actividad intramural, la Cirugía exige realizarse en un medio hospitalario, es decir, extramural. De este modo, y con su llegada al Hospital Clínico José Joaquín Aguirre, relata la Dra. Encina, comenzó a trabajar "con enfermos que pertenecían al Sistema Nacional de Salud, pues no estaba esta red privada que conocemos hoy, y eso fue lo que me entusiasmó: la proyección hacia la comunidad".

La Directora de la Escuela Dental de la Chile asegura que en la actualidad ningún cirujano dentista puede trabajar en su consulta, aislado y sin contacto con el resto del mundo. Si bien, y en relación con otras profesiones, la Odontología tiene la ventaja de un horario relativamente flexible, la mayoría de los odontólogos trabajan en instituciones de salud y "tienen que salir a luchar al mundo al igual que el resto de los profesionales, conseguir un trabajo y tener un horario", subraya la académica.

En su experiencia profesional, lo más difícil ha sido ganar el respeto de sus pares en un  medio eminentemente masculino, como la Cirugía. Pero "cuando tú tienes  personalidad para hacerte respetar y valer, no le veo desventajas al ejercicio de la profesión para las mujeres. En este minuto, las mujeres estamos a la par con el hombre en cuanto a capacidades y podemos demostrar lo que somos".

Actualmente, la Escuela Dental, que ella misma dirige, reúne a 267 alumnos y 363 alumnas, mientras que entre las especialidades más demandadas por las odontólogas ya egresadas de la Facultad, se encuentran Odontopediatría, Ortodoncia y Endodoncia. En opinión de la Dra. Encina, esto puede deberse al mayor requerimiento de la dimensión maternal en estos desempeños, "aunque creo que hoy en día, tanto  hombres como mujeres tienen las mismas capacidades para emocionarse y generar ternura, pues no hay un rol tan definido en ese aspecto".

Asimismo y a juicio de la académica, el principal desafío para las mujeres en Odontología es demostrar que son tan capaces como los hombres para asumir una tarea y responsabilidad. "Cuando trabajé por primera vez en Cirugía, dentro de un equipo formado sólo por hombres, debía realizar los mismos turnos para controlar a los enfermos en el Hospital. En ocasiones, cargaba a mi guagua en moisés y lo hacía. Por lo que  el rol femenino que se cumple en la familia no es excusa para faltar a las obligaciones laborales", recuerda la Dra. Encina.

La académica continúa, "las metas nuestras son las mismas que las de los hombres, pero el esfuerzo para llegar a ellas se multiplica". A veces, añade, "tienes un niño enfermo y debes cumplir de la misma forma, pero aquellas que queremos llegar a esa meta lo hemos hecho a pesar de todo. Afortunadamente, la sociedad actual presenta roles compartidos".

De ahí que en el Día Internacional de la Mujer 2008, la Directora de Pregrado en Odontología considere que esta fecha constituye "un homenaje a lo que uno es, entonces, hay que agradecerlo", finalizó.

 

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