Con importantes panelistas nacionales e internacionales invitados se llevó a cabo el Seminario Ciencia, Medicina y dictaduras a 50 años del Golpe Militar, organizado por el Museo Nacional de Odontología (MNO) de la Facultad de Odontología de la Universidad de Chile (FOUCh), en el Auditorio Mario Caiozzi de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas.
En la oportunidad, las y los expositores ampliaron las perspectivas de estudio historiográfico, analizando las consecuencias que el Golpe de Estado tuvo en los campos científicos y médicos, ámbitos que venían gestando y produciendo significativos cambios en sus roles sociales, como también advirtieron el retroceso en los Derechos Sociales de los chilenos y chilenas, neoliberalizando la respuesta de la Medicina.
La transformación de la Medicina: De Derechos sociales a Derechos de consumo
Al iniciar su presentación “Políticas de Depuración: ciudad e higiene social en la dictadura militar chilena 1973-1990”, el Director del Museo Nacional de Odontología. Prof. César Leyton Robinson,explicó que “el objetivo de esta presentación es estudiar la modernización de la ciudad de Santiago durante la dictadura militar del general Augusto Pinochet, a partir de las Ciencias del Higienismo y la Geopolítica, las cuales se articularon como parte de la organización científica de la ciudad”.
Como investigadores de la Ciencia y en el contexto de la conmemoración de los 50 años del Golpe, sostuvo el Prof. Leyton, notaron la “ausencia de los análisis sobre los impactos en la Medicina, nuestro objeto de estudio. La Medicina que creó la dictadura también cambió como toda la sociedad chilena, los Derechos sociales pasaron a ser Derechos de consumo, se construyó un nuevo sujeto neoliberal y eso pasó por el tema de la Salud Mental, por la intervención de la Psiquiatría, de los espacios, de la sociobiología”. Recordó que, “en la dictadura, se construyeron armas químicas, biológicas y eso fue con formaciones universitarias; y no estoy hablando de una bioética, estoy hablando de biopolítica, de entender cómo administró a la población en clave biológica, cómo se impusieron ideas e ideologías protofascistas”.
Por ello, a juicio del Prof. Leyton, “la historia de la Medicina entrega una profundidad para entender temas relacionados con la vivienda social, la reproducción, la nutrición y que da otra visión de que la dictadura es un proyecto pensado y sistematizado desde antes del Golpe”.
Estudiar las herramientas de control social
El Prof. Rafael Huertas, académico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España y la Universidad Complutense de Madrid, presentó la ponencia “Aquel otro Golpe la Medicina Mental en la dictadura franquista: ruptura y continuidades”. En la oportunidad, el destacado investigador señaló que, “en el caso español, ¿qué pasa con la Psiquiatría y con los Psiquiatras', es decir, la pregunta sería: ¿la Psiquiatría formó parte del aparato político y represor del Estado, o no tanto?, ¿qué paso con la Psiquiatría española, tras la guerra civil?, ¿qué continuidades se pueden identificar?, ¿se puede hablar, realmente, de una Psiquiatría fascista, en el contexto español?, ¿qué lugar ocupó la Psiquiatría en el marco general de la Ciencia y de la Política”.
Para alcanzar su objetivo, el Prof. Huertas planteó tres puntos, “la relación entre Psiquiatría y Biología, que vamos a ver que van hacer muy potentes sobre los haberes psiquiátricos y, finalmente, la Psiquiatría y sus Instituciones. En prmer lugar Psiquiatría ideológica, lo primero que habría que contar son los ropajes ideológicos del discurso psiquiátrico en la obra del Coronel Médico Antonio Vallejo-Nájera, en una serie de trabajos sobre el psiquismo del franquismo fascista -durante la guerra todavía, en 1968-, que lo que va pretender, naturalmente, es desprestigiar, patologizando y psiquiatrizando al enemigo político, a través de una serie de experiencias de estudios con combatientes y prisioneros de guerra que pertenecen a las unidades internacionales”.
La Prof. Javiera Campos, académica de la Universidad de Santiago (USACH), presentó “Del Instituto de Higiene al Cuartel Borgoño: Salud, Ciencia y tortura al Servicio del Estado”, epicentro de la Salud Pública transformado en centro de exterminio. Al finalizar su ponencia, la investigadora aseveró que “quedan muchas preguntas abiertas de por qué se tomó este lugar, que era un centro de Salud Pública, un centro de nacimiento de la Política de Salubridad chilena, primero hay eventos materiales, lamentablemente, estos edificios fueron usurpados y tenían un montón de equipos que permitió tener calabozos, y tenemos una gran pregunta, cuántos médicos y cuántos funcionarios de la Salud se quedaron en el lugar y yo creo que, desde las organizaciones de conmemoración, de estudio de estos ex centros de tortura, tenemos que hacernos la pregunta, no solamente del rol de la Medicina en la ex Clínica Santa Lucía o en otros centros que eran de raigambre médica. Creo en la hipótesis de que, en realidad, se requirió atención de doctores y doctoras en todos los centros de detención y tortura”.
La Prof. Claudia Araya, académica de la Pontificia Universidad Católica, presentó “Golpe de Estado a la Psiquiatría Comunitaria”, reconstruyendo la Historia de la psiquiatría chilena, de la historia de la profesión, los cuadros intelectuales que han estado presentes en los estados durante la época contemporánea. En 1973, comenzó su exposición la Doctora en Historia, “se estaban implementando en Chile dos proyectos de Psiquiatría comunitaria, uno en el área sur de Santiago, liderado por el Dr. Juan Marconi y otra en Temuco, Nueva Imperial, liderado por el Dr. Martín Cordero. Aún cuando se enmarcaban en principios similares, ambas experiencias tenían diferencias interesantes”, iniciativas que recibieron “la inmediata represión y violencia desatada a partir del 11 de septiembre e incluso antes. Sabemos que el incendio en la Posta Psiquátrica de Temuco fue producto del odio que generaba en los sectores opositores a la Unidad Popular los avances de los Proyectos de Psiquiatría Comunitaria, desarrollados en Temuco”.
Durante su exposición, la Prof. Araya desarrolló el planteamiento de “¿por qué el ensañamiento de los militares y civiles, que llevaron a cabo el Golpe de Estado, con los dos Proyectos de Psiquiatría Comunitaria implementados en estos momentos, que estaban siendo evaluados con buenos resultados? ¿cuáles son los principios, las ideas, las acciones de la Psiquiatría Comunitaria que representan un riesgo para un régimen de este tipo? (…) En un primer lugar, la creatividad, el surgimiento de algo nuevo, creado por una comunidad de trabajadores de la salud, de familiares, de los pacientes y de los distintos grupos sociales, jueces, carabineros, periodistas, profesores, entre otros. Para poder hablar de Psiquiatría Comunitaria, según Manuel Desviat, hay un cuándo y hay un cómo, que determina su origen y desarrollo en los diferentes países. En Chile, la escasez del recurso humano en Salud, la pobreza, el centralismo, las características propias de nuestro Sistema de Salud llevó al florecimiento de ideas nuevas que permitieran asumir la asistencia de la comunidad sin dejar de lado la calidad y los buenos resultados”.
El Prof. Nicolás Morales, Universitat Rovira I Virgili y Departamento de Género y Derechos Humanos, Colegio Médico de Chile, Regional Santiago, presentó “Represión Política, Mortalidad Asilar Y Derechos Humanos”, bajo la perspectiva de la Antropología Política y del estado de los DD.HH en tiempos de la dictadura. “La situación de vulneración a los DD.HH de las personas psiquiatrizadas no comienza con la dictadura, sino que es una continuidad histórica”, declaró el investigador. ”El panorama de vulneraciones a los DDHH iniciales, que también motiva una respuesta técnica del propio Hospital después, esta no es una escena aislada del contexto latinoamericano, por un lado está Putaendo y hay dos espacios asilares, uno en Brasil y otro en Argentina, que comparten esta escenas de denuncia”.
Finalmente, en la plenaria se presentó el Taller “Salud Mental, dictadura y postdictadura: reflexiones de las organizaciones comunitarias”.
Diálogo y reflexión en la Universidad Pública
La Directora de Extensión, Dra. Marcela Farías valoró la instancia del Seminario como fortalecedor del trabajo de Campus. “De un tiempo hasta parte llevamos mucho esfuerzo como Universidad y como comunidad, en recuperar esos espacios públicos, esas interacciones y eso no se puede hacer, sino se reconoce cuáles son las razones que han motivado esta encriptación como Universidad. Los historiadores nos han mostrado, precisamente desde el MNO, que es un Museo que está en tono cultural y de la Historia de la Salud, de la Medicina y de la Psiquiatría, específicamente, podemos ver que hay muchas razones desde las iniciales dictaduras presentes en Chile, con fundamentos de dictaduras internacionales y la reciente dictadura miliar”.
La Dra. Farías destacó que “sin esos espacios de diálogo, reflexión y reconocimiento difícilmente, nosotros como Universidad pública, como Estado, como país, vamos a poder mirarnos a los ojos y reconocer cuáles son aquellas acciones concretas que deberíamos realizar para poder caminar en paz con la principal certeza, que es el bienestar común que nos tiene que unir y no los intereses particulares, ni de grupos políticos, ni de grupos económicos”.
Comunidad odontológica: Experiencia y conocimiento sobre Historia y Memoria
Para la Dra. Sylvia Osorio, académica del Departamento de Patología y Medicina Oral FOUCh, “acercarnos a la Historia, como la cuentan los profesores, es increíble. Deberíamos tener más instancias acá en la Facultad, e incluso instalarlo en el Postgrado y el Postítulo, a fin de que los estudiantes también conozcan la Historia, que no es la Historia local de la Odontología, sino que es una Historia de la Salud, en este caso la Salud Mental enfocada en los distintos periodos de la Historia y a su influencia”.
El Dr. Raúl Sáez, académico del Departamento de Patología y Medicina Oral, apreció “una actividad integral, en que se pueda ver, tanto en la parte histórica con la contextualización Geopolítica y, por el otro lado, lo médico y las locuras de las teorías desde la espiritualidad, como ellos extrapolaban, la cosa del nacionalismo catolicista franquista, que decía que con la moral se podía cambiar los genotipos dañados y depurar el ser humano, a ese nivel de distorsión. Pensando en la época, el genoma humano desde la moral era una distopía”.
El Coordinador de la Escuela Popular Marta Ugarte, estudiante de 5° Año de Odontología en la Universidad de Chile, Matías Muñoz, aseguró que “es un privilegio poder contar con tanta experiencia y conocimiento en cuanto a la teoría, Historia y Memoria. También había mucha acción, mucho trabajo con las comunidades o el territorio, porque siempre la Historia tiene una Memoria de arriba hacia abajo, pero los expositores tenían esta mirada desde abajo, desde las poblaciones, las comunidades, y eso es enriquecedor para dar contexto a las demandas sociales, que son las que se repetían y hoy se mantienen vigentes”.
Psiquiatría: Prácticas del ayer y desafíos para el hoy
El Dr. Martín Cordero, Psiquiatra Comunitario de amplia trayectoria en el país, comentó que “una de las cosas sorprendentes de la Psiquiatría es que, desde hace muchísimo tiempo o desde siempre, aquellas personas que iban a cuidar a los enfermos mentales, eran personas a las que se les ofrecía muy poco dinero y nadie quería hacerlo, ,y con frecuencia, comenzó a hacerse muy popular el ofrecer a los sujetos que estaban en cárceles por delitos comunes, del orden que fuere, la posibilidad de salir de las cárceles y ser liberados de su pena, pero si se iban a cuidar a los enfermos psiquiátricos en los Hospitales Psiquiátricos (…) Eso que parece una cosa terrible se va modificando con el tiempo y era muy famoso en Psiquiatría en Chile, cuando yo era estudiante, que los funcionarios de los Hospitales, que tenían mala conducta o habían cometido delitos y, por alguna razón, no los podían echar, los mandaban a Psiquiatría para que cuidaran a los enfermos psiquiátricos, esto pasaba en Estados Unidos, en Chile y en muchas partes”.
De este modo, añadió el Dr. Cordero, “en casi todos los hospitales psiquiátricos tiende a formarse una masa de sujetos, con capacidad de delinquir, que son los que terminan formando una asociación de poder, porque nunca se insistió contra ellos el que tenían que tener un conocimiento para estar en el Hospital Psiquiátrico, sino que, solamente, debían reprimir a sujetos que podían hacer cosas que eran indeseables los locos, eso no ha desaparecido”.
La Dra. Francisca Crispi, Coordinadora de DD.HH del Regional Santiago del Colegio Médico de Chile y académica de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, agradeció la oportunidad de reflexionar “sobre el rol de los médicos y médicas en este periodo oscuro”. Desde el Colegio Médico, en el contexto de los 50 años, se organizó la Comisión Verdad que ha promovido el esclarecimiento “del rol que había tenido nuestra Institución durante los años de dictadura, los resultados se van a presentar próximamente, pero, lamentablemente, nuestra institución cumplió un rol activo en las violaciones de Derechos Humanos que existieron durante la dictadura, algo que, sin duda, hoy día como Gremio, nos tiene que avergonzar y más que un sentimiento, tiene que ser una posición activa para reparar y también buscar un rumbo institucional en que nunca más volvamos a repetir esos actos a nivel institucional y también médicos y médicas que cumplieron un rol como el que muestran las presentaciones”.
Como Dirigente de la Junta de Vecinos de la Población Última Hora, La Pincoya, Patricia Jiménez, planteó la inquietud sobre la persistencia de mecanismos que impacten la Salud Mental, más allá de las acciones de los Centros de Tortura identificados en las exposiciones durante el Seminario. “En la actualidad, ya no hay una dictadura que reprime o mata directamente, pero si se violenta de otra forma a la comunidad, ¿de qué manera creen que ha avanzado el sistema, la Psiquiatría, en el sentido de cómo se atienden a los pacientes, como se trata a la clase pobre?, ¿cómo han avanzado las desigualdades?”, abriendo la ocasión a profundas reflexiones sobre el desmantelamiento de la Salud Pública.