"Me siento feliz con los momentos que he vivido junto a la comunidad universitaria y mis amigos. Hacía poco tiempo que mi proceso de jubilación en Medicina y Odontología había culminado, pero yo continuaba asistiendo a la Facultad de Odontología (...) Confieso que se me hacía muy difícil cortar definitivamente los lazos legales y formales con la Universidad. Yo sabía que la condición de Profesor Emérito me ligaría para siempre con mi Universidad de Chile. Entonces, contar con ese lazo definitivo de ser Profesor Emérito, que durará mientras viva, terminó de raíz con la preocupación que he señalado, porque ahora sigo vinculado con la Universidad de Chile hasta que ya no esté físicamente con ustedes".
Con estas palabras recordó el profesor Luis Ciocca sus primeras emociones cuando recibió, en diciembre de 2019, una carta de Rectoría que le comunicaba la aprobación de la iniciativa de conferirle la calidad de Profesor Emérito de la Universidad de Chile, en reconocimiento a su trayectoria y legado. Este martes 9 de agosto, la condecoración fue entregada al académico de la Facultad de Odontología en una ceremonia que reunió a sus compañeros y compañeras, amigas y amigos, y a su familia.
La ceremonia fue presidida por la Rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés, quien destacó que "su trayectoria profesional y académica ejemplar nos inspira a todas y todos, y es testimonio de cómo la excelencia, la valentía y la humildad saben darse la mano para cultivar el conocimiento y formar personas". También destacó "la forma en que su carrera tuvo un giro cuando identificó a Marta Ugarte", la primera detenida desaparecida en dictadura en ser reconocida tanto en su identidad como en su calidad de víctima de delitos contra los Derechos Humanos.
El Dr. Ciocca, destacó la Rectora, "hoy se inscribe en la historia de nuestro país como un científico y un académico que puso el conocimiento al servicio del fortalecimiento de los Derechos Humanos, tarea fundamental de una universidad pública como la nuestra". A partir de este hito, el académico logró desarrollar la Odontología Forense en Chile, empujando su reconocimiento como especialidad odontológica y posteriormente con la instauración de un programa para estudiarla en la U. de Chile.
"Personalmente, la odontología legal no me atraía, sin embargo, a partir de una situación trágica, en que participé identificando odontológicamente un cadáver de una dama que resultó ser paciente mía y que había desaparecido un par de meses antes, se me fue creando el interés por la medicina legal y el rol que debíamos tener en ella los dentistas", recordó el profesor. "Pienso que el hecho casi casual que me puso frente al caso Playa La Ballena cambió mi vida y me trajo hasta aquí, a este momento que yo considero culminante de mi carrera y de mi vida", añadió.
En la ceremonia también fue homenajeado por la decana de la Facultad de Odontología, Irene Morales, quien destacó que el profesor "cumple con creces con los requisitos formales para ser distinguido con este reconocimiento institucional (...) Se puede comprobar la trayectoria de una persona comprometida con el saber y con la comunidad, que a través de una permanente actitud crítica y de rigor profesional y académica, de una reflexión científica y práctica, enmarcado en un compromiso ético y ciudadano, logró generar conocimiento y desarrollar nuevas áreas del mismo en la práctica forense y legal", dijo.
Por su parte, el Dr. Fermín González fue el encargado de presentar al Profesor Emérito, reconociendo y celebrando en él "su valentía, consecuencia e integridad moral, que ha tenido tanto durante el período más nefasto de la historia reciente de nuestro país como durante toda su vida personal y académica". Recordó también su trayectoria como profesor normalista y su trabajo impartiendo clases en una escuela nocturna de Conchalí, tarea que realizaba en paralelo a sus estudios de Odontología.
El profesor Ciocca fue director del Departamento de Medicina Legal de la Facultad de Medicina de la U. de Chile por 18 años, desde 1997 a 2016, y se desempeñó antes como funcionario público en la JUNAEB, entregando atención odontológica a niños y niñas de la zona norte de Santiago por más de 15 años. En 2018, recibió la Medalla Rectoral Juvenal Hernández por haber prestado servicios distinguidos a la Universidad y al país. "Luis es querido y respetado transversalmente, no solo en la Universidad y academia, sino también en la justicia por su rectitud, integridad, humildad y generosidad extremas. Un hombre consecuente durante su vida y devoto a la Universidad que hoy lo vuelve a reconocer como uno de sus hijos pródigos", cerró.