La Superintendencia de Educación Superior aprobó el Plan de Fiscalización a instituciones sobre prestación del servicio educacional en el contexto del COVID-19, el 12 de julio, mediante Resolución Exenta N° 00228, entregando las atribuciones en conformidad a la legislación vigente para ejecutar acciones de supervigilancia que permitan revisar medidas planificadas y ejecutadas para la realización de actividades académicas, correspondientes al segundo semestre del 2021.
De esta forma, se reanudará la prestación de servicios educativos de manera presencial, de acuerdo a las medidas dictaminadas por la autoridad sanitaria, a fin de normalizar las actividades de los centros educacionales, priorizando aquellas en que “la presencialidad resulta de especial importancia para el desarrollo de las competencias declaradas en los distintos perfiles de egreso de los planes de estudios ofrecidos a los estudiantes”, según declara el documento,
El actual escenario, en que el avance de la inmunización se asocia con la entrega de reportes diarios de menos contagios y menor severidad en la expresión del coronavirus, propicia el progresivo retorno a nuestro quehacer como comunidad educativa. Desde el Consejo Universitario se ha acordado en avanzar hacia un estado donde la presencialidad sea de menor excepcionalidad y se propicie la apertura de nuestros espacios educativos, instalando progresivamente la modalidad híbrida en Pregrado, Posgrado y Postítulo. Siendo así, debemos ampliar los márgenes de actividades ejecutadas hasta la fecha, centradas en los ámbitos clínicos y preclínicos, priorizando acoger actividades propias del 1° y 2° año de la carrera -cohortes 2020/2021-.
Anticipándose a los nuevos desafíos, el Comité Operativo COVID-19 trabaja en la actualización de protocolos y aforos, en sintonía con las modificaciones del Plan Paso a Paso. Del mismo modo, el Comité Paritario de Higiene y Seguridad ha realizado una nueva Visita Inspectiva a nuestras instalaciones, a partir de la que entregará un detallado informe al Comité COVID. Ambos esfuerzos propenden a cautelar las garantías de seguridad para la comunidad, pues la protección de estudiantes, académicos/as y personal de colaboración siempre ha de estar primero.
Del mismo modo, hemos levantado la oportuna información sobre el estado de vacunación de nuestra comunidad educativa y vemos con satisfacción que los volúmenes de personas inmunizadas alcanza un alto porcentaje, lo que nos genera mejores estándares de protección, pero no podemos descansar sólo en esta favorable medida y debemos reafirmar todos nuestros aprendizajes durante la pandemia, para mantener las buenas prácticas de autocuidado y cuidado comunitario.
Cada una de las medidas que hemos implementado, adaptado e incorporado a nuestro quehacer cotidiano en la Facultad, sólo apuntan a cuidarnos entre todos y todas, pues entendimos, desde el primer día, que esta nueva amenaza sanitaria que enfrenta el mundo entero, sólo se supera en el esfuerzo colectivo.
En esta misma convicción, comprendemos que la clave del bienestar se encuentra en la armónica conjugación de la salud física y de la salud mental. Como nunca antes, el buen vivir ha de responder a variables diversas, donde se superponen o actúan simultáneamente tantos factores que, el bienestar subjetivo de cada uno, redunda en el de tod@s.
Disfrutar de una semana de receso y desconexión del ámbito laboral o estudiantil reporta una valiosa sensación de renovación que, esperamos, nos anime a todos y todas a retomar nuestra actividad con energías alimentadas en el refugio propio.
Bienvenidos/as a nuestra Facultad!
Irene Morales Bozo
Decana
Facultad de Odontología
Universidad de Chile