La puesta en marcha del permiso de movilidad ha generado no sólo expectativa, por parte de una población afectada por la fatiga pandémica y una cuarentena incumplida en vastos sectores, sino también controversia entre las autoridades de Gobierno y los especialistas en Salud Pública, respecto de lo oportuna y beneficiosa decisión, aun cuando en la RM y en las grandes ciudades de nuestro país, la curva de contagios se mantiene alta, sosteniendo una fuerte presión a la respuesta asistencial en nuestro Sistema Público de Salud y el desgastado personal de Salud.
Sin duda que la licencia de movilidad que otorga este instrumento, cuyo debut se realizó el miércoles 26 de mayo, incrementará la variable de población flotante que se traslada por la ciudad, ya sea por trabajo u otros motivos, lo que, de no mediar rigurosas medidas de autocuidado, especialmente durante los tiempos de uso de transporte público, puede provocar un nuevo repunte en el alza de la curva de contagios.
Asimismo, hay quienes postulan que el permiso de movilidad incentivará la vacunación de las generaciones más jóvenes, que ha evidenciado más reticencia a acudir a los Centros Asistenciales o establecimientos educacionales donde se procede a vacunar voluntaria y gratuitamente. Esto contrasta con las imágenes difundidas por los medios de comunicación el fin de semana pasado, donde más de 1000 personas, acudieron al llamado de vacunación en Estación Mapocho, en circunstancias que se contaba sólo con más de un centenar de dosis.
Las dinámicas de pandemia sociosanitaria nos exigen, como comunidad odontológica, redoblar esfuerzos y no generar espacios de relajo injustificado, dado que no hemos superado la emergencia y estamos llamados, por nuestro compromiso y deber con la Salud de chilenos y chilenas, en no cejar en las medidas sanitarias que la evidencia confirma, tales como uso correcto de mascarilla, mantención de distancia física, ventilación de ambientes, y lavado frecuente de manos.
Hemos de enfatizar, especialmente, la transmisión de nuestras buenas prácticas y protocolos COVID, a nuestros valiosos/as pacientes, quienes nos confían su salud oral y su bienestar individual, familiar y colectivo. Así también, debemos, más que nunca, comprender los temores, ansiedades e inseguridades, de diversa índole, que trae consigo cada persona que llega a nuestros recintos FOUCh, buscando ya sea la formación de Pregrado, Postítulo y Posgrado, o la atención en nuestra Clínica Odontológica.
Es así como nuestros estudiantes de 2° Año, han comenzado su formación preclínica, cumpliendo los máximos estándares de seguridad prevista en nuestros Protocolos COVID, percibiendo la compañía y el respaldo de sus docentes en cada paso de sus aprendizajes, así como de todo nuestro personal de colaboración que permite el óptimo funcionamiento de nuestra Facultad, para cumplir nuestra misión en la educación Superior.
Quiero motivarles a responder la Encuesta de vacunación contra el COVID-19 FOUCh, cuyo propósito es conocer el actual estado de nuestra comunidad triestamental, hacer un seguimiento de la inmunización y monitorear los niveles de seguridad intra-mural, recordando que lo que busca esta Política Pública en Salud es evitar contagiar a otra persona; evitar la enfermedad, hospitalización y muerte; y lograr la inmunidad de grupo.
Finalmente, quiero destacar el hito de cumplir un año desde la creación del Boletín @JUNTOS online. El 29 de mayo de 2020, despachamos en primer ejemplar digital (N° 1), en respuesta al interés y la necesidad de mantenernos cerca, conectados y acompañados como comunidad odontológica. Desde entonces, y en cada edición del Boletín, nos ha movilizado comunicarles lo más relevante del acontecer de la FOUCh, con énfasis en nuestro mundo local; por lo que confío que esta forma de comunicación en contexto de pandemia, nos ha ayudado y seguirá ayudando a compartir nuestras luchas y esperanzas, presentes y futuras.
Irene Morales Bozo
Decana
Facultad de Odontología
Universidad de Chile