Como autora del estudio "Caries tempranas en la infancia, derivación oportuna del pediatra", la Prof. Dra. Gisela Zillmann Geerdts, académica del Departamento del Niño y Ortopedia Dentomaxilar y Directora de Asuntos Académicos de la Facultad de Odontología de la Universidad de Chile, fue entrevistada en el matinal "Semáforo", de Radio Universidad de Chile, conducido por la periodista Vivian Lavín.
-Un hecho alarmante es, que de acuerdo a un estudio en la Región Metropolitana, el 50% de niños, de 4 años tiene caries y 2,5 de ellos tiene un diente picado, obturado o extraído, se trata de niños en edad preescolar, por lo que estamos preocupados. ¿Cómo se explica estos? ¿se puede hablar de factores que predisponen a las personas a tener mala calidad de los dientes y no hay nada que hacer?
Si bien es cierto, existen factores que las predisponen, lo que más influye para que se produzcan caries son los agentes locales, aquellos que se van introduciendo en la cavidad bucal como ajenos o externos, como es comer alimentos a deshoras y no sólo dulces. Este hidrato de carbono, alimento en forma de dulce, se descompone en la boca en forma de ácido y eso es lo que produce la desmineralización y finalmente, la caries dental.
Por otro lado, tenemos una población acostumbrada a consumir los famosos "snacks", que también quedan adheridos a los dientes, son hidratos de carbono que se descomponen en la boca, produciendo ácidos en el medio bucal y este medio ácido en la boca permite que las bacterias que normalmente tenemos en la boca, empiecen a nutrirse también de los alimentos que les dejamos retenidos y sigan produciendo ácidos desminerlizantes.
-Dra. Zillmann ¿existen los factores internos?
También hay factores internos que predisponen a la caries, como el hecho que los últimos meses del embarazo por ejemplo, no hayan sido muy saludables; que al momento de nacer el niño presente alteraciones, como por ejemplo, una hipoxia que le puede provocar alteraciones metabólicas a las células formadoras de dientes, causando debilidad del esmalte o la dentina del diente; esto, sumado a los factores externos generan un escenario mucho más grave, donde por supuesto hay mayor vulnerabilidad del diente a las caries, pero no corresponde a la generalidad de los casos.
Lo más frecuente, son los casos producidos por factores locales como desorden alimenticio, exceso de consumo de bebidas de fantasía, no sólo las dulces sino también las aguas minerales que también tienen carbonato que van a generar ácidos. Cabe destacar que, hoy día los niños no consumen agua.
-¿Se suponía que las aguas fluoradas iban a disminuir considerablemente las caries?
Indudablemente, han disminuido las caries. Existe un Estudio nacional que se hizo en niños de 6 y 12 años, que ya tienen dientes definitivos y demuestra un gran avance; pero, el efecto de la placa bacteriana, del biofilm bacteriano que tenemos en boca, el que finalmente va a producir la caries, no lo podemos eliminar con el flúor. Y si los niños pequeños no están consumiendo agua, no tienen buena higiene y se alimentan en forma desordenada, por mucho flúor que haya no vamos a obtener los logros esperados.
-Ahí hay un problema, más que nada de hábitos. Pero, los padres pueden decir que no les preocupa porque se trata de dientes temporales que se van a cambiar, no son las piezas definitivas ¿hay alguna consecuencia?
La boca es un ecosistema donde tenemos los dientes, saliva y microorganismos, todo esto tiene que funcionar en equilibrio. Si se produce un desequilibrio debido al consumo inadecuado de alimentos perjudiciales, un consumo excesivo de bebidas, el uso prolongado o indiscriminado del biberón, se va a alterar el ecosistema de todo lo que está en la cavidad bucal, este ecosistema alterado que se mantendrá cuando aparezcan los dientes definitivos. En este caso, la cavidad bucal se encontrará en malas condiciones y, por lo tanto, será un microambiente inapropiado para recibir a los dientes definitivos, los que, al inicio, aparecen inmaduros y tienen que madurar a expensas de la saliva, del agua que consumimos, de lo que nosotros aportamos con la higiene y las pastas dentales, entre otros. Entonces, los dientes definitivos nacerán en una mala cuna, ese es el problema. Por lo que debe quedar claro que sí influye las malas condiciones de los dientes de leche en el futuro de la salud oral. El hecho que el niño tenga mala dentición temprana, mala calidad de boca o una infección en esta cavidad es algo que indica que existe gran probabilidad de mala salud bucal más adelante.
-¿Qué pasa con el cepillado temprano?; primero que nada, ¿cuán temprano debe ser?
Más que cepillado, yo hablaría de higiene bucal. La higiene bucal debiera empezar, casi desde que el niño nace. El niño toma leche y le quedan restos de leche en la boca, lo que puede producirle consecuencias en la mucosa de la boca, por lo que debiéramos introducir la higiene de la boca junto a la higiene del baño. Entonces, ese es un momento del día que, de por sí, es agradable para él y donde también debiera conocer elementos de higiene en la boca con los que se irá familiarizando. Cuando aparecen los primeros dientes, estamos hablando alrededor de los 6 meses, con una variación entre los 4 y 8 meses, hay que empezar a limpiarlos con una gasita húmeda, para eliminar los restos de leche, más adelante los restos de alimentos cuando él empieza a consumirlos y, cuando ya tiene más dientecitos, empezar con una técnica de higiene, con un cepillo infantil adecuado. Algo importante es que, como tenemos flúor en el agua, hasta los 2 años la higiene no debiera ser con pasta de dientes, puesto que los niños pequeños se la tragan. Existe una norma ministerial que considera y recomienda, entre otros, estos aspectos.
-¿Qué pasa si consumen antes, qué consecuencias trae?
Si se consume pasta fluorada o cualquier producto que tenga flúor en forma crónica, o sea, todos los días, se puede producir fluorosis dental que es otra alteración que se produce en el esmalte y que puede expresarse como tinciones blancas o manchas café en el diente, lo que afecta tanto a los niños como a los adultos. Por ello, el Ministerio de Salud se ha preocupado de entregar indicaciones claras sobre el uso de flúor en los niños.
Es muy importante regirse a las normas que entrega el Ministerio de Salud porque este organismo se ha dado el trabajo de convocar a equipos de investigadores para hacer estos Estudios Nacionales, entre los que en algunos casos también ha participado nuestra Facultad.
En la Facultad de Odontología de la Universidad de Chile realizamos un Estudio de la zona Norte de la Región Metropolitana, que es la zona que nos convoca geográficamente para atender pacientes (efectuado por el Dr. Gonzalo Rodríguez, en su Tesis de Magíster de Cariología, que me tocó dirigir). Ese Estudio abordó a los niños de 2 a 5 años y medio y nos dimos cuenta que, en la medida que el niño crece, aumenta la presencia de caries. A los Jardines Infantiles, los niños llegan con pocas caries y después, se duplican y casi se triplican, porque empiezan a aparecer ellos en el medio social, comparten sus cosas, salen del lecho materno y como sabemos, cada vez, los niños lo hacen más tempranamente, pues la idea es que la mujer pueda empezar a trabajar.
Entonces, como odontopediatras, estamos preocupados de entregar Cursos de Educación a los educadores y al equipo de salud, llámese médicos, matronas, enfermeras y nutricionistas. Ya se han entregado algunos a través del Ministerio, a los profesionales que trabajan en los Servicios y también a través de la Facultad de Odontología. Estos últimos son cursos abiertos, tanto para profesionales de la salud como para educadores, destinados a que nos acompañen y ayuden a enseñarle a la población, especialmente a las mamás, el cuidado de la cavidad bucal de los pequeños ya que, mientras más precozmente comience este cuidado, será mucho mejor.
- Dra. Zillmann, llama la atención que en la Educación formal, cuando los niños ingresan al Jardín Infantil, en la Básica y en la Media, no se les exija la higiene dental, especialmente porque ahora los niños almuerzan en el Colegio, ¿qué se puede hacer para producir un cambio en este sentido?
Educar, educar y educar. A nivel de los profesores, ojalá, poder establecer conexión práctica a nivel de Ministerio de Salud y Ministerio de Educación para incorporar la salud bucal en un Programa. Donde mejor cabida y mayor llegada tenemos es, precisamente, en la Educación Pre Básica. Las Tías de los Jardines no solamente reemplazan a las mamás, sino que además educan y enseñan otras cosas.
- Hace un tiempo, un dentista recomendaba que, cuando no es posible lavarse los dientes después de comer un chocolate o algún tipo de azúcar, hacerse un enjuague rápido con agua, de manera de eliminar los restos superficialmente, sería una gran ayuda.
En caso de emergencia, esa práctica ayuda, pero no existen estudios válidos que aseguren que tiene verdadera efectividad. Desde el punto de vista del conocimiento, del sentido común, en este ecosistema que mantenemos y que, de repente, recargamos con hidratos de carbono, como el chocolate, enjuagarse la boca podemos considerarla "sólo como una medida de emergencia".
-Finalmente, la gingivitis, también es un problema bastante importante. Estamos hablando de la hinchazón de las encías, siempre nos preocupamos del diente, pero ¿qué pasa con la encía?
Con el flúor estamos evitando, de alguna manera, las caries que pudiéramos tener en el diente, en la estructura dura de esta pieza, pero también por falta de educación y de cepillado, tenemos un alto porcentaje de gingivitis en los niños, desde pequeños. Las encías necesitan ser limpiadas, pues al limpiarse la encía y el diente, eliminamos la placa bacteriana que, por un lado, nos produce la caries y, por otro lado, nos produce la inflamación de las encías.
Es alarmante como gente muy joven te relata que, al momento de cepillarse, le sangran las encías; si le están sangrando las encías es porque están inflamadas, porque no saben cepillarse, porque muchos se cepillan varias veces al día, pero no tienen una técnica adecuada de cepillado. Entonces, es grave. La técnica de cepillado va a depender de las características de cada paciente y no a todos los pacientes les resulta la técnica universal.
En los niños, por ejemplo, la higiene la tiene que hacer la mamá, después, alrededor de los 4 años el niño puede hacerse parte, pero la mamá debe repasar o al revés, la mamá efectúa la higiene y el niño después juega con el cepillo. Hasta de los adolescentes hay que preocuparse, porque ellos se realizan el aseo solos en el baño, sin embargo, al hacer un examen dental, nos damos cuenta que igual tiene gingivitis y el problema es que si la gingivitis se mantiene hacia adulto, se puede transformar en una enfermedad más complicada, que puede llegar a producir la pérdida de los dientes.
